La función primordial de la Coordinación de Trasplantes es la obtención de órganos viables para su trasplante y así poder salvar vidas. Absolutamente todos los pasos que conducen a la donación de órganos deben estar perfectamente establecidos y protocolizados, de manera que cualquier fallo sea susceptible de ser detectado y solventado.
Dentro del proceso de donación el coordinador de trasplantes debe intervenir en:
Es su misión principal. Cualquier otra, siendo importante, debe ser considerada accesoria y nunca servir para justificar un descenso en la consecución de donantes. Fallecen en situación de muerte cerebral un 8-14% de los enfermos fallecidos en UCI o bien un 2% de los que lo hacen en un gran hospital.
El fin último del proceso es trasplantar órganos en las mejores condiciones posibles. Evitar cualquier incidencia que pueda deteriorarlos es fundamental. Cuanto más delicado es el órgano, mayor el peligro. Pulmón y corazón son los que más fácilmente pueden perderse. Su pérdida puede equivaler, simplemente, al fallecimiento de dos personas en lista de espera.
La labor del coordinador es solicitar la colaboración y facilitar la tarea de los tres médicos distintos a los del equipo de trasplante que deben realizar el diagnóstico de la muerte del paciente.
La autorización de los familiares para la donación no figura explícitamente en nuestras leyes. Sin embargo, la actitud social y la de bastantes jueces en los primeros años del trasplante, la convirtieron en práctica imprescindible. La pregunta a hacer de acuerdo con la Ley española sería si a la familia le consta la voluntad del fallecido respecto a la donación de órganos. En este punto, el buen hacer del coordinador es simplemente vital. La forma de plantear la donación marca la diferencia entre que se consigan los órganos o bien se pierdan. Desgraciadamente, el balance final se mide en vidas humanas que podrían haberse salvado.
Más de 100 personas entre profesionales sanitarios de distintos hospitales, aeropuertos, ambulancias, policía etc., pueden estar implicados en la extracción de varios órganos donados por una persona. Desde la Organización Nacional de Trasplantes se asignan los distintos órganos a equipos trasplantadores, situados a veces a muchos kilómetros de distancia del lugar donde se produce la donación. Es necesario entonces prolongar el proceso hasta que todos los equipos coinciden en el hospital y efectúan la extracción y preservación de los órganos. Esto implica la puesta en marcha de una compleja logística hospitalaria. El coordinador es la pieza clave. En sus decisiones está que todo se lleve a cabo de manera adecuada.
Obtenida la autorización familiar, quizás puede pensarse que se da por terminada la labor del coordinador, pero queda ahora la más importante, por ser la más humana. El coordinador debe estar a disposición de los familiares para atender todos sus requerimientos. Cuidar hasta los más pequeños detalles en semejantes momentos es, un deber de gratitud obligado.
El trasplante es probablemente el mejor ejemplo de trabajo en equipo en el que cada día interviene un porcentaje mayor de profesionales del hospital. De ahí nace la importancia de conseguir la colaboración de cuantos más compañeros mejor.
Es una de las bases sobre las que se asienta el éxito. Un buen número de médicos y personal de enfermería han llegado a constituir una verdadera cantera que asegura la viabilidad y el buen funcionamiento del sistema para el futuro.
El coordinador debe ser la figura ideal para difundir los oportunos mensajes a la población general y/o medios de comunicación.
Los coordinadores se han convertido en España a lo largo de los últimos años en el referente obligado de gestores, profesionales sanitarios, periodistas y población general a la hora de abordar los múltiples aspectos que los trasplantes plantean en el día a día.